- Es lamentable que el portavoz socialista, Ginés Ruiz Maciá, defienda que haya personas viviendo bajo un puente en condiciones que no reúnen los más mínimos requisitos de habitabilidad
- Servicios Sociales ha atendido a estas personas brindando alternativas habitacionales, al objeto de garantizar unas condiciones de vida acordes a la dignidad humana
- El Gobierno de España y la Delegación del Gobierno no pueden mirar para otro lado y eludir sus responsabilidades en una materia que es competencia exclusiva del Estado
El Partido Popular ha lamentado que la política del Partido Socialista en materia de inmigración consista en abandonarlos a su suerte a su llegada a España en pueblos y ciudades sin alternativas, con el objetivo de que sean los municipios y comunidades autónomas quienes atiendan a los mismos a pesar de ser competencia exclusiva del Estado.
Resulta sorprendente que el portavoz socialista, Ginés Ruiz Maciá, defienda la continuidad de un asentamiento ilegal bajo un puente junto al Malecón que no reúne las más mínimas condiciones de habitabilidad y que se había convertido en un foco de insalubridad.
Con esta reivindicación demuestran que poco les importan los inmigrantes más allá del discurso fácil o la pancarta, cuando apoyan que vivan en un lugar que no reúne las necesidades más básicas, sin importarles sus condiciones de vida.
Frente a su apuesta por las chabolas y los asentamientos ilegales como destino para la inmigración irregular, nosotros apostamos por la dignidad humana y la atención a las personas en riesgo de exclusión para evitar la cronificación de su situación y su estigmatización.
Faltan a la verdad los socialistas cuando aseguran que se les expulsó sin alternativas, cuando la realidad es que desde el SEMAS y la Policía Local se identificó a quienes pernoctaban en ese lugar para, en función de su situación administrativa, brindarles diferentes opciones habitacionales mediante la derivación a albergues para que pudiesen pernoctar y comer, ofreciéndoles transporte para el traslado a estos lugares, siendo estas alternativas rechazadas por varios de ellos por contar con red de familiares y amigos que podían acogerles o expediente en diversas entidades del Tercer Sector. Asimismo, se les proporcionó cita en el Servicio municipal de Atención al Inmigrante.
Tampoco es cierto que no se les dejara recuperar sus pertenencias, ya que lo único que se retiró fueron cientos de kilos de desechos, que amenazaban con generar un foco de insalubridad, algo que no parece importar a los socialistas frente a encontrarse en un entorno BIC, junto a varios colegios, el Paseo y el Jardín del Malecón, siendo ésta una zona de esparcimiento para las familias.
Sorprende también que los socialistas no dirijan sus reclamaciones al Gobierno de España y la Delegación del Gobierno cuando son los únicos responsables, ya que su dejación de funciones en materia migratoria es la causante de esta situación, pese a ser una competencia exclusiva del Estado, obligando a ayuntamientos y comunidades autónomas a dar respuesta a sus necesidades, y todo ello sin proporcionar medios y recursos para su atención.